Guido Donadi Scardelatto nació en 1911 en Spresiano, Treviso, Italia. Se casó con Angela Marson Manzato y de este matrimonio nacieron 3 hijas: Luigina, Edda y Dina Donadi Marson.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, se trasladaron a un pueblo en la zona de Nápoles, donde Guido trabajó en pastelería, aprendiendo y luego enseñando.
Tras de un viaje a Costa Rica para visitar a su cuñada Luisa Marson Manzato, en 1954 Guido tomó la decisión de quedarse a vivir en el País. En San José estableció una de las primeras pastelerías italianas.
Por otro lado, Angelo Grazioso D’Agostino, nacido en 1933 en Morano Calabro (Cosenza, Italia) decidió viajar a América en busca de nuevos horizontes.
En Costa Rica encuentra trabajo como zapatero, costurero, llegando en la Pastelería Italiana, donde aprendió el oficio de pastelería y heladería.
Unos años después se casó con Edda Donadi, la hija de Guido Donadi Scardelatto.
La pastelería fue creciendo. Para elaborar sus productos con recetas originarias, trajeron de Italia máquinas para helados artesanales e importaban implementos y materia prima que en Costa Rica no se conseguían.
A partir de un local muy pequeño, la pastelería se fue expandiendo cada vez más, trasladándose al Barrio Chino bajo el nombre de “Pastelería y Heladería Italiana”. También conocida por las “señoras italianas”, fue muy exitosa y de gran clientela durante 47 años.
Famosa por sus cálidos y rústicos productos elaborados con los mejores ingredientes. Fueron los pioneros de los Cannoli, Cannoncini alla crema, Savoiardi y Focaccia Veneziana, entre otros.